La vacuna COVID-19 desencadena una respuesta de tu sistema inmunitario, creando anticuerpos y dándote protección en caso de que te expongas al virus real. Después de la vacunación, tu cuerpo crea un trozo de proteína inofensiva que se parece a una parte de COVID-19. Tu sistema inmunitario reconocerá la nueva proteína como algo que no debería estar presente e inmediatamente comenzará a crear una respuesta inmunitaria, creando una protección frente a futuras infecciones por COVID-19 o enfermedades graves.

No es necesaria una orden médica, pero siempre es conveniente hablar con usted médico de cabecera, quien conoce usted historial de salud y puede resolver cualquier duda o pregunta que pueda tener sobre la aplicación de la vacuna.

No. Actualmente, hay dos tipos de vacunas disponibles en los Estados Unidos: las de ARNm y las de vector viral. Ninguna de ellas contiene el virus COVID-19 vivo, y ninguna puede causar COVID-19. Ambas han demostrado usted eficacia en la prevención de la COVID-19.

Todas las vacunas COVID-19 con las que contamos actualmente en los Estados Unidos son muy eficaces para prevenir la enfermedad. Si la vacuna se prescribe en más de una dosis, es esencial completar la serie de vacunas para obtener una protección óptima.

En el caso de la vacuna Pfizer, la segunda dosis se administra 21 días después de la primera. La segunda dosis de la vacuna Moderna se administra 28 días después de la vacunación inicial. La segunda dosis no debe recibirse antes del intervalo recomendado. Es importante completar la serie de vacunas para obtener una protección óptima.

Los efectos secundarios más comunes de las vacunas COVID-19 son un leve dolor en el brazo en el lugar de la inyección, sensación de cansancio, dolor de cabeza, dolores corporales, escalofríos y fiebre. Son normales y un signo de que el sistema inmunitario de usted cuerpo está funcionando correctamente.

No sabemos cuánto tiempo dura la protección de las personas que se vacunan. Los expertos están trabajando para saber qué depende de nosotros, más sobre la inmunidad natural (después de tener COVID-19) y la inmunidad inducida por la vacuna. Lo que sí sabemos es que la COVID-19 ha causado enfermedades muy graves y la muerte de muchas personas. Si usted recibe COVID-19, también corre el riesgo de contagiar a sus seres queridos, quienes pueden enfermar gravemente. Vacunarse contra la COVID-19 es una opción más segura.

Actualmente hay un suministro limitado de vacunas, pero la disponibilidad aumentará en las próximas semanas y meses. Hay tres fases de elegibilidad basadas en la edad y la clasificación de riesgo y se aplican a nivel estatal y local. En última instancia, el plan es que todas las personas de EE.UU. que quieran una vacuna la reciban.

Dado que la reinfección con COVID-19 es posible y debido a sus graves riesgos para la salud, los CDC recomiendan la vacunación incluso después de haber tenido el virus. La evidencia sugiere que la reinfección dentro de los 90 días de la enfermedad inicial es poco común. Por lo tanto, la FDA recomienda que la gente considere retrasar la vacuna hasta cerca del final de este período de 90 días.

Si fue tratado para COVID-19 con anticuerpos monoclonales o plasma de convalecencia, debe esperar 90 días antes de vacunarse. Hable con usted médico si no está seguro de qué tratamientos recibió o si tiene más preguntas sobre cómo vacunarse.

Pasarán varios meses antes de que todo el mundo pueda recibir la vacuna. Es esencial que sigamos tomando precauciones de seguridad, como el uso de mascarilla, el lavado de manos y el distanciamiento social, para protegernos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos y poder detener la propagación del virus.